Irene Iborra, quinta generación de la histórica heladería Tío Che, revoluciona el corazón de Poblenou con la primera neuroheladería del mundo.
Sabores que evocan, aromas que abrazan, texturas que despiertan la memoria emocional del paladar.
Barcelona 22 mayo de 2025 – En un rincón luminoso de Poblenou, donde la tradición se cruza con la vanguardia, Irene Iborra ha hecho algo inesperado: detener el tiempo.
Lo ha logrado con una vitrina de helados, sí. Pero no cualquier helado. En Mamá Heladera, cada sabor es una cápsula emocional. Una fórmula artesanal diseñada para estimular la memoria sensorial: sabores que huelen, aromas que saben y texturas que te hablan.
La propuesta, pionera a nivel mundial como neuroheladería, se aleja del simple placer gastronómico para convertirse en una experiencia íntima y casi terapéutica. Los ingredientes no se eligen solo por gusto, sino por lo que evocan. Notas especiadas que remiten a una cocina de infancia, toques florales que susurran un amor perdido, cremosidades suaves que traen el tacto de una caricia.
En Mamá Heladera no se sirve un helado: se sirve una historia personal. Y a veces, también una historia compartida.
El Apagón, por ejemplo, es una de las últimas incorporaciones. Una mezcla de avellana, pistacho y crujiente de chocolate negro, creada como homenaje sutil a los días recientes en los que la ciudad se quedó sin electricidad… y el barrio, sin embargo, se iluminó con humanidad. Es un gesto, un agradecimiento, una forma de decir: recordamos juntos.
En esta heladería, cada aroma tiene una intención, cada ingrediente un porqué. Porque lo importante no es lo que se come, sino lo que se siente.
La historia de Mamá Heladera
Mamá Heladera es una heladería única ubicada en el barrio de Poblenou, Barcelona, fundada por Irene Iborra, descendiente de la quinta generación de la histórica horchatería y heladería El Tío Ché. A pesar de pertenecer a una familia con una larga tradición heladera, Irene decidió trazar su propio camino. Así, el 6 de mayo de 2021, abrió Mamá Heladera justo al lado del negocio de sus padres, aportando una visión completamente distinta.
La propuesta de Irene gira en torno a la neurogastronomía, una disciplina que estudia cómo los sabores pueden despertar emociones y recuerdos. Mamá Heladera no es solo una heladería: es un laboratorio de memorias. Irene invita a sus clientes a compartir recuerdos entrañables a través de un “buzón de recuerdos”, que luego transforma en sabores únicos.
Con este enfoque personal, Irene ha logrado que Mamá Heladera se convierta en un espacio donde el helado no solo refresca, sino también toca el alma.
#MamáHeladera #Neuroheladería #IreneIborra #TíoCheLegacy #HeladoSensorial #PoblenouBarcelona